La insulina es una hormona que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. El páncreas produce insulina y la libera en la sangre cuando los niveles de azúcar aumentan después de comer.

La insulina ayuda a que la glucosa, o azúcar, entre a las células del hígado, la grasa y los músculos, donde se usa como energía.
Las personas con diabetes no pueden regular la cantidad de glucosa en la sangre, por lo que pueden necesitar terapia con insulina.

Existen diferentes tipos de insulina, como las de acción rápida, intermedia, prolongada y ultraprolongada.
La insulina se descubrió en 1922 y se utilizó por primera vez para tratar a personas con diabetes.
